jueves, 26 de febrero de 2015

Despertar junto a un libro


Buenos lectores


Información por descubrir : Bibliotecas


Los libros


Los 10 mandamientos de los amantes de los libros

Los 10 mandamientos de los amantes de los libros



  1.  No comenzarás ninguna saga por un libro que no sea el primero.
  2. No doblarás las hojas, descuajeringarás el dorso o causarás daño alguno en la cubierta.
  3. Cuando un personaje que te guste muera, sentirás dolor en lo más hondo de tu alma.
  4. Defenderás a tus escritores favoritos con ardor, incluso si después de ese libro que adoras han escrito otro que ya no está tan bien.
  5. Nunca, y bajo ninguna circunstancia. preferirás la película al libro.
  6. Tendrás más superficie de tu casa cubierta de libros que libre de ellos.
  7. Justificarás todo el dinero gastado en libros diciendo “los libros no son una pérdida de dinero, al menos no me he comprado zapatos”.
  8. Intentarás por todos los medios que si tienes una serie de libros, todos sean de la misma edición.
  9. Sentirás dolor de corazón al decidir si debes prestarle a alguien un libro.
  10. Te negarás a arrancar hojas de un libro para iniciar una hoguera, incluso si estás en medio de un apocalipsis zombie.

lunes, 23 de febrero de 2015

Consejos para cuidar tus libros

Consejos para cuidar tus libros

Los libros no son imperecederos. Tanto los elementos ambientales como una mala preservación pueden deteriorarlos o, en el peor de los casos, acabar con ellos. Te contamos cómo cuidarlos para que duren toda una vida.
  
El cuidado oportuno de nuestra biblioteca hará que los libros se mantengan en perfecto estado. Compartir esta tarea con los niños y niñas desde la infancia hará que respeten los libros y aprendan a valorarlos apropiadamente. Un niño que se preocupa y cuida un libro es un niño que ha aprendido a apreciar lo que una obra significa y lo que puede ofrecerle hoy y mañana.

A continuación te contamos cuáles son los grandes enemigos de un libro, así como varios consejos para un buen mantenimiento.

El polvo

Al estar colocados en un mismo sitio durante largos periodos de tiempo, las partículas de polvo se adhieren a cubiertas y hojas con gran facilidad y en grandes cantidades sin que apenas nos demos cuenta. Dicho polvo lleva consigo partículas que pueden oxidar el libro y, en ocasiones, incluso huevos de insectos. Es aconsejable limpiar regularmente el canto superior de los libros con un plumero o una brocha de cerdas suaves.
Para realizar una limpieza más profunda, por ejemplo, alrededor de cada seis meses, sacaremos los libros de sus estantes. El mueble debe limpiarse primero con un paño húmedo para retirar el polvo y luego proceder a su secado con papel o una bayeta seca. Ten en cuenta que el estante debe estar bien seco antes de volver a colocar los ejemplares en él.

En cuanto a los cantos y tapas del libro, podemos utilizar el plumero, un paño seco o un pequeño aspirador, manteniendo el libro bien apretado para que el polvo que retiramos no se introduzca entre las páginas. Como truco para apartar el polvo adherido a los bordes de estas, podemos utilizar una goma de borrar lápices bien limpia.

La temperatura, la luz y la humedad

Además del temible fuego, los otros tres grandes enemigos de un libro son la temperatura del lugar donde se halla la biblioteca, la luz y la humedad. Esta debe ubicarse en un lugar con luz tenue, seco y ventilado, evitando fuentes de calor como radiadores, chimeneas o calefactores eléctricos, que pueden ajar el papel y resecar la cola de la encuadernación. El flujo de aire es recomendable para evitar el típico olor a libro viejo que provocan la lignina del papel y la tinta.

La luz del sol nunca debe incidir sobre los volúmenes, pues el papel se degradará rápidamente, además de perder el color de las tapas. Un detalle a tener en cuenta si sacamos un libro para leer al aire libre o lo dejamos olvidado junto a una ventana. La luz fluorescente tampoco es aconsejable.
En cuanto a la humedad, sin duda es uno de los elementos más destructivos con los que un libro puede toparse. Evitemos habitaciones con esta característica, lugares cercanos a una ventana, a cañerías o tuberías que puedan sufrir pérdidas. La humedad ambiental provoca movimientos de contracción y dilatación, que desbaratan y deterioran poco a poco los materiales del libro. Además, sumada a una temperatura alta invita a la proliferación de hongos.

Es aconsejable que las estanterías cuenten con un fondo de madera que aísle los ejemplares de la pared. En el caso de librerías al aire, procura que los libros no toquen el muro. Si encuentras un libro con trazas de humedad o moho entre sus páginas, sepáralo del resto para que no se contaminen también. Puedes colocarlo eventualmente en otro lugar aireado y con luz moderada. Para limpiar las hojas con manchas de humedad se recomienda espolvorear polvos de talco por encima y mantener el libro apartado durante varios días con algo pesado encima. Pasado el tiempo, retiraremos el talco con un cepillo suave página a página.

La colocación

Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de preservar nuestros libros es su disposición en los estantes. Los ejemplares deben colocarse sobre un anaquel plano, horizontal y de manera vertical. De lo contrario, se deformarán, dañando la encuadernación.

Asimismo, se recomiendan estanterías abiertas en vez de cerradas. Estas pueden cuidar la exposición al polvo o resultar más bonitas a la vista por su diseño, pero también son perjudiciales por la acumulación de humedad. En cuanto a los materiales, se aconseja la madera antes que el vidrio, pues este no permite que el aire se renueve y puede afectar al papel.

Por último, debemos cuidar la presencia de insectos como termitas, cucarachas, u otros animales como ratones, que puedan comerse las páginas o utilizarlas para dejar sus huevos.

Otros cuidados
  • No forzar el libro al abrirlo o apoyarlo con las páginas abiertas en un ángulo de 180º, puesto que la encuadernación sufre y se deforma y podrían despegarse las páginas o las tapas.
  • No doblar las esquinas de las páginas para señalar un punto de lectura. Si ya lo hemos hecho o nos encontramos un ejemplar así, podemos humedecer levemente el papel y dejar el libro prensado con peso encima durante varios días hasta que recupere la forma.
  • No usar cinta adhesiva para pegar hojas o la cubierta, ya que el ácido del pegamento puede decolorar el papel y, a la larga, arruinarlo.
  • No humedecer los dedos con saliva para pasar las páginas.
  • No guardar flores u hojas de plantas y árboles entre las páginas, las cuales, al descomponerse, mancharán el papel y lo degradarán.
  • No toser, estornudar, ni usar insecticidas o perfumes sobre un libro.
  • Mantener la comida, la bebida y las manos sucias lejos de nuestros libros. Un accidente puede ocurrir en cualquier momento.
  • No subrayar ni escribir con bolígrafo o rotuladores.

Es inevitable que el paso del tiempo deteriore nuestros queridos libros, pero con un poco de cuidado podremos hacer que duren más.


jueves, 19 de febrero de 2015

Tiempo para leer

Casi todos hemos sentido alguna vez que no tenemos tiempo para leer aunque sabemos que en parte no es más que una excusa. ¿Podemos decir que no tenemos tiempo para leer cuando nos pasamos una hora al día viendo nuestra serie favorita, cuando nos enfrascamos en eternas conversaciones en whatsapp, cuando el domingo por la mañana no nos levantamos hasta las doce? Pero claro, si leer supone renunciar a otros pequeños placeres de la vida cotidiana cuesta mucho más.
El caso es que un error común (y que nos resta recursos) es pensar que necesitamos  mucho tiempo libre seguido para leer, cuando basta con 15 minutos. Y es que avanzamos más leyendo 15 minutos todos los días que leyendo una hora una vez a la semana.  Por eso hoy queremos darte 10 trucos para crear pequeños (o grandes) oasis de lectura a lo largo del día. Si no sigues nuestras recomendaciones, después no te quejes.

  1. Lee mientras esperas (y tanto da que sea en la parada del autobús, en la sala de espera del médico, en la cola de la charcutería, o a la entrada del cine). ¡Te sorprenderá ver cuanto tiempo ganas; eso sí, necesitas llevar un libro siempre contigo para que la ocasión no te pille desprevenido!
  2. Reajusta tus rutinas. Madrugar media hora más o acostarte veinte minutos más tarde no va a hacer que tu vida cambie drásticamente. Ni que te mueras de sueño, aunque tú creas que sí. Y te ayudará a crear un momento fijo para una afición que merece tanto cuidado como cualquier otra.
  3. Aprovecha en el gimnasio. ¿A que nunca habías pensando en leer un libro mientras pedaleas en la bici o te ejercitas en la elíptica? De repente se te pasará esa media hora volando, y si el esfuerzo te hace ver borroso, siempre puedes apostar por un audiolibro y unos cascos (lo que vale también para cuando sales a correr, para cuando vas andando al trabajo, para cuando estás limpiando la casa…)
  4. Usa transporte público. Es un clásico, pero tendemos a prescindir del libro si entre nuestras paradas de metro no pasan más de cinco minutos, pero recuerda que todo suma. En bus, en metro, en tren e incluso en taxi si no te mareas.
  5. Saca partido de las pausas. No te voy a recomendar que pases de tus compañeros a la hora del café y te pongas a leer (que la gente es más importante que los libros o eso dicen), pero sí puedes hacerlo si trabajas solo o en casa. También puedes utilizar la pausa de los anuncios mientras ves la tele, o la pausa de los partidos mientras animas a tu equipo favorito.
  6. Lee durante las comidas (esto solo es apto si comes solo, claro). Ya sea durante el desayuno, la comida o la cena, tenemos un estupendo tiempo para la multitarea (que comer no es tan difícil). Te digo por experiencia que comerás más lento, pero también que avanzarás un montón en tus lecturas. De la misma manera, puedes ir leyendo mientras preparas la comida.
  7. Lee también mientras estás con la familia (pero ellos no te están haciendo ni caso). Por ejemplo, cuando llevas a tus niños al parque a jugar, cuando tus padres están completamente absorbidos por un partido de fútbol en la tele, cuando vigilas que tu hermano pequeño haga bien los deberes, cuando tus amigos dormitan en la playa o poniendo libros que enganchan en la mesilla de tu pareja para que sea fácil negociar diez minutos más con la luz encendida.
  8. No trabajes tanto. Depende en qué trabajes claro, no es cosa de que parezca que no estás a lo que estás, pero hay quien puede permitirse leer cuando no entra ningún cliente en la tienda, cuando se va Internet por 15 minutos, 0 cuando tiene que esperar la decisión de otro para continuar su tarea. Y otra opción, aunque quizá poco ética, es abrir un libro en una de las pestañas de Internet y aligerar el trabajo de oficina con incursiones literarias.
  9. Enciérrate en el baño. Necesites usarlo o no, es un sitio donde uno siempre puede estar solo y tranquilo. Hay quien incluso es capaz de leer mientras se seca el pelo o mientras se toma un baño relajante (pero sospecho que el libro corre peligro).
  10. Pasa de lo prescindible. Hay cosas que es necesario hacer todos los días, pero realmente no se acaba el mundo porque no barras la cocina un día, porque pases el polvo solo una vez a la semana o porque dejes la ropa sin planchar para mañana. Si te sientes culpable solo mirando el cubo de la colada, vete a un café y relájate media hora. De la misma manera, no necesitas revisar tus emails cada quince minutos, y yendo más lejos, no necesitas acudir por compromiso a esa boda que en realidad te deja fría. La clave para leer más también es priorizar bien.

Beneficios de la lectura


Quien lee


martes, 17 de febrero de 2015

Con olor a libro

Con olor a libro

Reconócelo. Seguro que más de una vez, antes de empezar un libro, te has parado a disfrutar de su olor. No te preocupes, es una de las prácticas más habituales entre los amantes de los libros aunque nos solemos esconder para evitar las miradas de rareza de la gente. Probablemente, esta manía la repitas tanto con los libros nuevos como con los que ya tienen unos cuantos años, aunque no sepas que hay diferencias entre unos y otros.
Este olor característico viene motivado la tinta, el pegamento usado en la encuadernación y el papel, y los elementos por los que están formados. El principal componente que determina el ‘olor a libro’ es la cantidad de lignina, una sustancia procedente del papel presente en los vegetales, y le da al papel la firmeza y la resistencia. Con el paso del tiempo, la lignina tiende a oxidarse lo que hace que el papel se torne a ese color amarillento tan característico del libro antiguo. Otra consecuencia de la oxidación es que desprende más olor, de ahí ese aroma tan intenso que percibimos al entrar en cualquier librería de viejo o biblioteca histórica.
Sin embargo, los procesos presentes de fabricación del papel nada que tienen que ver con los que se hacían hace siglos. Actualmente se utilizan papeles libres de ácidos con pH neutro, ideal para su conservación, pero con escasas cantidades de lignina. Por esta razón, hoy en día las hojas de los libros permanecen blancas más tiempo, pero su olor característico se diluye.
Pero según algunos psicólogos, cabe la posibilidad que nos guste tanto el olor a libro porque lo hemos asociado a un hábito satisfactorio de manera que ya no es solo el aroma sino lo que representa, trasladándonos a un recuerdo placentero. Tal es este sentimiento que, según un estudio estadounidense del que hablaba Julián Marquina, el 11% de las personas que compran un libro lo hacen por su olor.
Con la llegada del ebook, se está empezando a perder ese aspecto físico de los libros y, por tanto, su olor. Muchos lectores empedernidos se niegan a pasar a formato digital por estas características físicas y hasta los que ya alternamos ambos formatos, tenemos que reconocer que la vuelta al libro en papel es un placer para los sentidos, especialmente, el olfato. Esta lucha de poderes la refleja perfectamente Jorge Pinto en esta viñeta titulado El olor de la tinta:
El olor de la tinta de Jorge Pinto
Aunque todo tiene solución. Si eres de los que lees siempre en un formato electrónico y echas de menos el olor a libro o de los que no soportan el olor de la descomposición de la lignina (aunque haya gente que asegura que es similar a la vainilla) tienes una gran cantidad de remedios a tu alcance, como nos muestra Rafael Ibáñez en su post Algo huele. Desde sencillas técnicas caseras como introducir en los libros hojas perfumadas para eliminar el olor o airearlos al uso de ozonzadores para eliminar olores indeseados. Pero si por el contrario, añoras ese olor a libro antiguo en tu nuevo ebook existen fragancias creadas para reproducir ese olor como Paper Passion, el perfume creado por Karl Lagerfeld en 2012 con la colaboración de la revista Wallpaper, o In the library, del también diseñador Christopher Brosius, creada en 2005 en formato agua de colonia o como un aerosol ambientador.



Consejos para leer libros

COMO LEER UN LIBRO … 6 CONSEJOS
  1. Aumentar la rapidez y eficacia de lectura
    1. Hay muy buenos libros escritos sobre este tema, tanto para adultos como para niños, así como cursos y páginas de Internet donde podrán aprender cuestiones básicas muy importantes. Es cuestión de elegir un buen método y practicar hasta conseguir los objetivos deseados de velocidad y comprensión.
    2. Se trata de aprender de manera inteligente a leer deprisa utilizando las técnicas adecuadas que permitan leer más y memorizar mayor cantidad de contenido en menos tiempo, y sacar mas provecho de lo que se ha leído. Algunas de las aptitudes necesarias para una buena lectura son:
      1. Capacidad para leer y comprender a altas velocidades,
      2. Capacidad para usar un ritmo variable en función de la finalidad y la dificultad,
      3. Capacidad para comprender las ideas principales o los pensamientos centrales del material de lectura,
      4. Capacidad para comprender y retener los detalles, Buena retención general,
      5. Capacidad para apreciar la organización del material,
      6. Capacidad para leer de manera crítica y valorativa.
    3. Los lectores ineficaces leen todo a la misma velocidad, los lectores eficaces leen de tres a cinco veces más deprisa y comprenden mucho mejor las ideas principales.
  2. Mejorar la concentración:
    1. Evitar las distracciones externas e internas.
    2. Localizar un lugar adecuado.
    3. Eliminar las interrupciones planteadas.
    4. Eliminar las distracciones sonoras como ruidos o música con canciones.
    5. Encontrar el momento adecuado.
    6. Marcar objetivos de cuando empezar, interrumpir y terminar.
    7. Controlar las inquietudes mentales.
    8. Descansar periódicamente 10 minutos cada 50 de lectura.
  3. Establecer el ambiente adecuado:
    1. Con una buena iluminación: Luz natural proveniente desde la espalda o luz artificial alógena o fluorescente sin oscilaciones. Que ambas den directamente en el libro sin que nos den en los ojos..
    2. Con un silló cómodo: A ser posible un modelo de patas bajas, con orejeras y de material que transpire, cuero o tela.
  4. Dedicarle el tiempo estipulado. Se debe calcular que un lector promedio lee una pagina de 400 palabras en aproximadamente dos minutos,pues lee a una velocidad promedio, contando los retrocesos, de 200 palabras por minuto. Con media hora diaria puede leer un libro de 200 paginas en 15 días aproximadamente. Uno o dos libros al mes es una buena meta para disfrutar y aumentar el conocimiento.
  5. Cuidar la vista: Tenga mucha precaución con los libros que sean de papel brillante pues le pudieran reflejar iluminaciones perjudiciales para la vista. La distancia entre el libro y los ojos nos indicará la necesidad o no de tener que usar lentes correctores. La distancia correcta deberá ser de aproximadamente 45 centímetros (18 pulgadas). El cansancio después de un tiempo de lectura también nos lo indicará. Pestañee de vez en cuando pues los ojos necesitan hacerlo entre 12 y 15 veces por minuto y cuando se lee esta cantidad se reduce y se puede producir sequedad, tensión, fatiga ocular y visión borrosa. Use una luz de trasfondo o iluminación suplementaria. De vez en cuando ejercite los ojos mirando a un sitio más allá del libro y enfocándolos en algún objeto que esté a mayor distancia que el libro. Hay muchos más y mejores ejercicios para el cuidado de la vista que debe de consultar con los doctores sobre todo en cuanto sienta la más mínima incomodidad.
  6. Tener en cuenta las expectativas del libro: Cuando hemos elegido el libro tenemos ya hecho un criterio sobre éste antes de comenzar a leerlo. Subjetivamente u objetivamente va a determinar en gran parte nuestro disfrute del mismo, así como el provecho que le saquemos. Por eso es necesario entender que es lo que esperamos del libro:
    1. Distraernos, aprender o las dos cosas a la vez.
    2. Recrear la época y el lugar donde se desarrolla.
    3. Evaluar la descripción de los personajes, sus sentimientos y conversaciones.
    4. Analizar el argumento, trama, ritmo y resolución del libro.
    5. Contabilizar lo que le sobra y lo que le falta.


lunes, 16 de febrero de 2015

Proverbio árabe


GLORIA FUERTES


TIPOS DE LECTORES

TIPOS DE LECTORES

1. El lector promiscuo. 
No duda en abandonar un libro que ha empezado para iniciar otro. No puede evitarlo porque le encanta leer y no sabe decir que no.

2. El lector cascarrabias.
Es exigente y voraz. Aunque no le guste un libro jamás lo deja a la mitad, aun opine que el autor no puede unir dos frases con sentido. Suele lanzar el libro contra la pared cuando lo termina (literalmente).

3. El lector cronológico.
Compra un libro y hasta que termina de leerlo vuelve a la librería por otro. Se atreve a abandonar la lectura de un libro sólo si existe un motivo suficientemente fuerte para dejarlo y siempre lo hace con remordimiento. Es lo opuesto al lector promiscuo.

4. El lector aniquilador.
Los lleva a todas partes.  Quiere tanto a sus libros que ahora están llenos de hojas sueltas, cubiertas rotas o manchadas y páginas amarillentas, por el ajetreo del ir y venir.

5. El lector ocupado I.
Le gustan tanto los libros que incluso compra varios en un mismo momento, pero luego al llegar a casa los coloca en un librero donde pueden pasar un par de meses. Cuando finalmente los lee, lamenta haber tardado tanto en hacerlo.

6. El lector ocupado II
La verdad no le gusta leer, pero le gusta presumir que compra libros.

7. El librófilo
Más que la lectura, lo que este lector disfruta son los libros como objeto. Su olor, sus colores, las páginas amarillentas, los viejos y los nuevos, los considera más una obra de arte.

8. El anti-lector
Piensa que los libros son muy largos y jamás lee.

9. El espíritu libre
Es el adulto que lee libros infantiles, o el niño que lee libros para adultos. Cada vez más la sociedad acepta a estos espíritus libres de la literatura sin el menor sonrojo.

10. El multi-tarea 
Aunque siempre termina los libros, lee varios a la vez y termina confundiendo personajes, nombres y tramas.

11. El lector somnoliento
Su momento favorito de lectura es antes de dormir. Ya cómodo en su cama no consigue mantener los ojos abiertos y despierta en la madrugada sólo para apagar la luz y cerrar el libro.



jueves, 12 de febrero de 2015

Leer es crear



Libros que debes leer a tus hijos antes de que crezcan

 El leer con tus hijos es una acción que nutre e incita a que los niños tengan un hábito y gusto por la lectura; cuando leen (juntos o de manera independiente) esta actividad se vuelve parte de nuestra vida diaria, además leer nos ayuda a relajarnos después de un día lleno de clases, reuniones de trabajo etc. La lectura nos alienta a alimentar nuestra mente y compartir la opinión individual del libro. En casa, una de las cosas que más deben tener valor, es la lectura. Es por esto que a continuación hacemos una lista de los libros que debes leer con tus hijos antes de que crezcan:

“El Principito”  de Antoine de Saint-Exupéry.

  Es la historia de un piloto que quedó varado en desierto y, al despertar una mañana encuentra a un pequeño príncipe parado junto a él. Esta maravillosa personita le enseña al piloto lo que realmente es importante en la vida.

“La telaraña de Carlota” de E.B. White.

    Cuando un libro se trata de un encantador cerdito  y una sabia araña convirtiéndose en mejores amigos, sabes que tienes en tus manos un clásico. “La telaraña de Carlota” es una historia conmovedora con una mezcla de humor, lecciones alegría, y de la vida. (Se sugiere tener una caja de pañuelos desechables a la mano y prepararse para dejar salir unas cuantas lágrimas).

“Donde viven los Monstruos” de Maurice Zendak.

Esta es la historia de Max, un niño que es enviado a su habitación sin cenar, por no hacer caso a las numerosas peticiones de su madre de que se comportara bien. Su habitación se transforma en una jungla salvaje, dónde se encuentra con los monstruos, se convierte en su rey y descubre ese sentimiento de que todas las cosas se hagan a su manera.

“Charlie y la fábrica de chocolate”.

La historia clásica de nuestro héroe, Charlie Bucket, junto con otros cuatro chicos que ganan una visita a la famosa fábrica de chocolate de Willy Wonka. Lleno de diversión, aventura y más dulces de lo que puedas imaginar.

 “Peter Pan” de J.M. Barrie.

¿Necesita alguna introducción?  Peter Pan el chico que puede volar y jamás envejece. Conoce las aventuras del líder de “Los chicos perdidos” que viven en Nunca Jamás entre hadas, sirenas y luchando contra piratas.

“El príncipe feliz” de Oscar Wilde.

Esta es la historia de la estatua de un príncipe que, con la ayuda de un ave, puede ayudar a las familias pobres del puedo donde está. La generosidad de este buen príncipe, será recompensada en el cielo. A pesar de ser una historia triste, deja un hermoso mensaje de valores.

“Las fábulas de Esopo”.

Cuentos famosos llenos de enseñanzas, las lecciones que puedes encontrar en estas historias te servirán en tu vida diaria y aplican para todas las edades.

“Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario” de C.S. Lewis.

Los cuatro hermanos: Peter, Susan, Edmund y Lucy , entran a un armario que los llevará hacia la tierra de Narnia; que ha sido congelada en invierno eterno y esclavizada por La Bruja Blaca… Hasta que el Gran León, Aslan, vuelve para cambiarlo todo.

“Harry Potter y la piedra filosofal” de J.K. Rowling.

Harry Potter es criado por sus terribles tíos, quienes tratan de evitar que descubra que es un mago. Esto cambia en el momento en que él es convocado a asistir a una escuela de magos, donde se encuentra a sí mismo en un mundo místico que no sabía que existía.

“El Ladrón del Rayo (El primer libro de la serie: Percy Jackson y los dioses del Olimpo”.

Percy Jackson es llevado al Campamento Mestizo después de haber sido expulsado de la escuela… Otra vez. Es ahí dónde descubre que es un semidios (Mitad mortal, mitad Dios). Lo mejor… su padre es el Dios griego Poseidón, el que gobierna en los mares, pero antes de que Percy pueda digerir todo esto, es enviado a una misión al inframundo para prevenir una guerra entre los Dioses del Olimpo.


martes, 10 de febrero de 2015

El olor de los libros

¿Por qué los libros recién comprados huelen a nuevo y las bibliotecas a viejo?

A todos nos daba un poco de repelús cuando a Grenouille, el protagonista de El Perfume, se le iba la vida olfateando la fragancia de mujeres ajenas a su condición de genio de los aromas. Dejando aparte que a más de una fémina también se le fue la vida (o más bien se la quitó el maestro perfumero, literalmente), nuestros gustos olorosos no son menos extraños que los del francés.
Pintura fresca, pegamento, asfalto, humo... No sabemos qué le pasa a la nariz con los químicos, que nos producen una especie de placer tan culpable como adictivo. ¿Y qué hay de los libros recién comprados? ¿Se trata del olor fetiche de lectores empedernidos o su aroma gusta a todo hijo de vecino? Quizá haya quien prefiera, sin embargo, el perfume de los documentos vetustos, porque no es lo mismo meter las narices en la novela que acabas de comprar que en la que tomas prestada de una biblioteca, por mucho que lleven el mismo título. ¿Qué les ocurre a los volúmenes para que pierdan su fragancia original?
Comencemos por un recién comprado ejemplar. Aunque está claro que su olor es producido por distintos químicos, no resulta igual de fácil esclarecer de cuáles se trata exactamente. No hay científicos que se dediquen a investigarlo (como es lógico), y además las sustancias varían de fabricante en fabricante. Dos libros, como dos personas, nunca huelen igual.
Se sabe, no obstante, que la fragancia a páginas nuevas que nos embriaga procede de tres fuentes principales: el papel y los compuestos utilizados en su fabricación, la tinta de impresión y los adhesivos usados para unir las hojas y la pasta. Bendito pegamento.
El papel suele proceder de la pulpa de madera, aunque también puede elaborarse a partir de algodón y otras fibras. En las distintas etapas de fabricación se añaden diferentes químicos: sosa caústica (hidróxido de sodio) para incrementar el pH y tratar las fibras; peróxido de hidrógeno y otros compuestos para blanquearlas; y varios aditivos para modificar las características del papel, como los dímeros de alquil ceteno, que mejoran la resistencia al agua de las páginas. Algunos de estas sustancias contribuyen, como las contenidas en adhesivos y tintas, a la aparición de compuestos orgánicos volátiles, los verdaderos responsables del olor a nuevo.
Ahora, vayamos a una biblioteca plagada de libros decrépitos. En este caso, sí que hay investigaciones que estudian por qué huelen como huelen, aunque no sea esta precisamente su finalidad. Lo que en realidad buscan los expertos es conocer el estado de conservación de sus páginas y cómo mejorarlo, midiendo la cantidad de diferentes compuestos que contienen las hojas.
Resumiendo, el olor a viejo que desprenden es consecuencia de la degradación de sus componentes, principalmente celulosa y lignina, procedentes de la madera. El segundo de ellos, la lignina, es también responsable del típico color amarillento del papel gastado, consecuencia de su oxidación (cuando se oxida, desprende ácidos que rompen la celulosa).
Aunque en las publicaciones modernas se elimina la mayoría de la lignina, la celulosa sigue sufriendo la agresión de otros ácidos presentes en el entorno, aunque a menor velocidad. Estas reacciones, conocidas con el bonito nombre de hidrólisis ácidas, dan lugar a compuestos orgánicos volátiles que de nuevo contribuyen al olor a libro viejuno.
Además, se sabe muy bien de qué parte son responsables algunos de ellos: el benzaldehído le da un toque de almendra, la vanilina un ligero aroma a vainilla (no podía ser de otra forma con ese nombre), el etilbenceno y el tolueno aportan el dulzor y el 2-etilhexanol contribuye con su perfume floral. Lo mezclas todo bien y obtienes una eau de bibliothèque perfecta para cualquier evento editorial.
Otros compuestos, como el furfural, pueden utilizarse para determinar la edad, estado de degradación y composición de los libros verdaderamente antiguos. Los publicados después de mediados del siglo XIX emiten más cantidad de este químico, y la emisión aumenta cuanto más reciente sea el ejemplar.
El olor de los libros, como el de las personas, cambia con el tiempo
De nuevo como las personas, el olor natural de los libros cambia con el tiempo. No huele igual un bebé que un señor de 80 años, en parte debido a los potingues que cada uno lleva encima; y, por otro lado, a que el cuerpo no segrega exactamente las mismas sustancias.
Si te has comprado un e-book y echas de menos ese olor a página de papel, ya seas adicto al olor a viejo o a nuevo, siempre puedes rociarle con este spray o ponerte el perfume tú mismo. Ahí ya cada uno...


Leer


LEER....



"Alicia en el País de las Maravillas" cumple ahora 150 años sin perder su vigencia. ¿Qué otros cuentos han marcado vuestra vida?


Literatura Infantil y Juvenil S.M: Día Internacional de Internet seguro

10 de febrero: Día Internacional de Internet Seguro

Selección de libros para trabajar en el colegio o en familia el Día mundial de Internet Seguro
El día internacional de Internet Seguro tiene lugar cada año en el mes de febrero, con el objetivo de promover en todo el mundo un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías, especialmente entre menores y jóvenes.

El evento está promovido por la Comisión Europea y está organizado por INSAFE, la Red Europea por un Internet Seguro, y en España por el Centro de seguridad en internet: Protégeles, en el marco del Safer InternetProgram.
El Día internacional de Internet Seguro o SID (Safer Internet Day) se celebra en más de 70 países de todo el mundo y dedicándose a frenar la famosa brecha digital promoviendo el diálogo y el trabajo entre generaciones.




SEGUNDO CICLO DE PRIMARIA

Se vende mamá

Óscar es un niño de ocho años que tiene una madre demasiado perfecta: se empeña en que lea, le prohíbe las chucherías y adora al Garbanzo, su hermanito pequeño, que solo sabe comer, dormir y berrear. ¿Hasta dónde llegará Óscar en su plan para eliminar esos inconvenientes? Novela que con humor e ironía muestra las vicisitudes de la vida familiar. 
Care Santos
Páginas: 136
7 a 9 años
Premio El barco de vapor 2009                                                                                                    
La compañía de Balta: El reino de Caucas

Bic, Dani y Lisa, tres amigos que van a sexto, se quedan castigados un recreo en la clase de informática. Allí descubren un antiguo juego de ordenador: el juego de Balta. Sin saber cómo, acabarán metiéndose en el juego y conociendo al mismísimo Balta y a toda clase de seres estrafalarios: los lakers, los ciclotauros, los dúnkels... Los tres amigos y Balta deberán salvar el reino de Caucas de la tiranía del malvado Brontaler. Pero, para lograrlo, deberán encontrar todos los fragmentos de la espada del rey Caucas. Y eso no es nada fácil...
Bono Bidari
Páginas: 136
8 a 12 años




TERCER CICLO DE PRIMARIA

El gran juego                                                                  
                                                                                         
Leo acaba de recibir una invitación para un juego on line del que no conoce las reglas. La partida se convierte en un intercambio de problemas de ingenio y capacidad científica que envolverá al protagonista de la historia... y a sus lectores. 
 Carlo Frabetti
 Páginas: 159
 10 a 14 años
                                                                                                                                      







PRIMER CICLO DE ESO 

El rostro de   la                                                                                                        sombra                                                                                 

¿Cómo es posible que algunos vídeos de internet se difundan tan rápido? Una escena interesante, una anécdota divertida... Ya está todo inventado. Hay que grabar algo que de verdad llame la atención. Algo arriesgado y peligroso. Tan peligroso que nadie puede saber quién lo ha colgado.
Adrián y sus amigos tienen una buena idea. Seguro que su vídeo se convierte en el más visto de internet en menos de 24 horas. Pero ¿nadie se ha parado a pensar en las consecuencias de lo que han hecho?

                 Alfredo Gómez Cerdá
Páginas: 160
12 a 18 años
                                                                                                                                                                                                                                                                      











SEGUNDO CICLO DE ESO  
 
 Donde surgen las  sombras                                                            

Álex, un adolescente aficionado a los videojuegos, no parece tener ningún problema... hasta que un día desaparece sin dar explicaciones. Sus amigos inician una búsqueda a contrarreloj salpicada de dificultades y atroces asesinatos. ¿Qué o quién está detrás de esas muertes? Una novela de misterio que destaca la fuerza de la amistad en la superación de dificultades..

David Lozano Garbala
Páginas: 288
13 a 18 años
Premio Gran Angular 2006
                                                                                                                                                                                                              
 
Al otro lado de la pantalla

Ciberacoso. Algunos saben lo que es. Otros, no. Ahora  todos se sienten responsables de la pesadilla que vivió Luis al otro lado de la pantalla. Miedo, indiferencia, cobardía, amor… son algunas de las razones que los paralizan, que los impiden reaccionar y actuar a tiempo. Hasta que pasó lo que pasó. Hoy una sola pregunta resuena en su mente: ¿yo también pude pararlo?

Alba Quintas Garciandia
Páginas: 128
14 a 18 años




BACHILLERATO   
 
La estrategia del parásito

Se oculta; no puedes verlo, pero siempre está ahí, observándote, vigilándote, espiando todo lo que haces y dices. No es un vampiro, pero se alimenta de ti, depende de ti, por eso se esconde y te utiliza. Y, entre tanto, crece y crece sin parar, como un parásito.
 La estrategia de los parásitos consiste en ocultarse en organismos de otras especies y nutrirse de ellos sin llegar a matarlos. Existen muchos tipos de parásitos, tanto animales como vegetales, pero hay uno del que nunca has oído hablar, una clase de parásito que ni en la más terrible de las pesadillas podrías imaginarte. Es inteligente, es despiadado y posee un poder increíblemente vasto.
César Mallorquí
Páginas: 189
14 a 18 años
                                                                                                                              
 
Encerrada

Marnie es enormemente rica, pero está muy sola. Es la hija de una escritora y cantante de éxito ya fallecida y se niega a integrarse con sus compañeros de internado. Ella prefiere refugiarse en el universo anónimo de su juego de aventuras favorito en la red. En especial, ahora que ha empezado a chatear con uno de sus oponentes. Pero Marnie no está a salvo. Secuestrada y encerrada en un sótano, Marnie ha de afrontar dolorosas verdades sobre sí misma y su célebre madre. Sólo su compañero de aventuras en Internet podrá intentar rescatarla.. 

Nancy Werlin
Páginas: 224
14 a 18 años





lunes, 9 de febrero de 2015

Juan Ramón Jimenez

El burro más famoso de la literatura cumple cien años

La obra del poeta Juan Ramón Jiménez es el tercer texto más traducido a diferentes idiomas después de la Biblia y El Quijote

El burro más famoso de la literatura cumple cien años

«Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¡Platero!" y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe...».
Así comienza «Platero y yo», el texto más popular del poeta onubense Juan Ramón Jiménez (Moguer, 23 de diciembre de 1881) y una de las obras clave de la literatura mundial: es el tercer libro más traducido a diferentes idiomas después de la Biblia y El Quijote. Compuesto entre 1907 y 1916, la primera versión de la recreación poética de la vida y muerte del célebre asno vio la luz en 1914 con el título «Elegía Andaluza», aunque la versión completa no apareció publicada hasta 1917. Por ello, este 2014 se celebra el centenario de su publicación, efeméride que también Google homenajea con un nuevo «doodle».
Aunque gran parte de su lectores son y siguen siendo los niños, el texto no fue escrito para los más pequeños. Así lo reconocía su autor, Premio Nobel de Literatura en 1956, en un «prologuillo» a la edición: «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren». Quizás ahí reside la clave de su éxito entre el público infantil y juvenil, puesto que, como decía Eugenio D'Ors, «los niños adorarán Platero y yo porque no ha sido escrito con premeditación para ellos».

 Desencuentros con Platero

Aseguraba que ninguna de sus páginas le llevó más de diez minutos

Pese a su éxito, Juan Ramón Jiménez no estuvo del todo contento con el célebre texto. Según los textos que guarda la Fundación Zenobia —llamada así en honor a su esposa, la también escritora Zenobia Camprubí Aymar—, al «andaluz universal» le disgustó la primera edición, de 63 capítulos, por que a su juicio «estaba descuidada». Según reconoció más adelante, ninguna de las páginas de Platero le llevaron más de diez minutos. El poeta también renegó de las ilustraciones que acompañaban su texto.
De acuerdo con la Fundación Zenobia, J.R. intentó a lo largo de su vida, cambiar Plateroen sus muchos apuntes. Así, el escritor lo llamó Platero revivido, Platero residente, Platero (sin yo), Otra vida de Platero, al final se decide por Primer Platero, Platero Mayor, Último Platero. El escritor justificó los cambios para hacer más sencilla su obra, mejorar la precisión de sus expresiones y actualizar su sistema ortográfico propio.