Baltasar del Alcázar
Biografía
Fue el sexto hijo de don Luis del Alcázar, jurado del
cabildo municipal de Sevilla. Se alistó como soldado en las galeras de don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz. Durante un tiempo fue prisionero de los franceses, que lo liberaron poco
después. Sirvió también en la guarnición militar del castillo de Jaén, época que recogió en diversos poemas. Siendo ya
conocidos algunos de sus poemas, se casó en 1565 y fue nombrado por el duque de Alcalá, don
Fernando Enríquez de Ribera, alcaide del castillo y villa de Los Molares. En 1583 vuelve a Sevilla para convertirse en
administrador del conde de Gelves. Ya mayor se fue a vivir con una hija suya a Ronda, donde enfermó del mal de piedra y de gota, muriendo en 1606 sin haber publicado ninguna de sus
poesías. Estas se conservan gracias a las copias de un solo manuscrito, hoy
perdido, que confeccionó el pintor Francisco Pacheco, quién también dibujó el único retrato que se conoce
de él.
Obras
Baltasar del Alcázar es un autor ignorado por la
crítica literaria ya que no hay muchos estudios acerca de su obra, además de
que en su tiempo no tuvo fama ni aun después de su muerte. Probablemente esto
sea por las temáticas variadas de sus versos, sin embargo, solo es una
suposición. Únicamente existen dos ediciones de toda su obra poética: la de
1910 y otra editada en el 2001, no obstante, la última es de poco acceso. Con
respecto al primer libro, este divide las composiciones del escritor de la
siguiente manera: poemas de carácter amatorio; festivo, incluyendo sus
epigramas; religioso y poesía variada, cuya categoría agrupa algunas epístolas,
sonetos dirigidos a Cetina o familiares, enigmas, algunas traducciones, odas y
otros tantos de corte mitológico.
En toda su obra, como ya se dijo, Baltasar del Alcázar
demuestra una versatilidad en sus composiciones al abordar temas que van desde
el antipetrarquismo hasta los poemas de carácter religioso. No obstante, sus
composiciones que más destacan son las que se mueven en la línea de lo burlesco
y paródico. Por ejemplo, sus epigramas retratan la vida cotidiana de los siglos
de oro y se burla de ciertas actitudes de la sociedad, sobre todo de las mujeres,
destacando su físico y su moral ya que el prototipo de la mujer descrita por
Alcázar será la de una persona sin escrúpulos.
En cuanto al eje del antipetrarquismo, tanto los
tópicos como los temas del petrarquismo serán ridiculizados y denotará por
igual los malos vicios del amante como los de la amada. La mujer destacará por
un gozo en las cuestiones sexuales y actuará por un interés económico, dejando
a un lado el ideal neoplatónico. Asimismo, la materia mitológica adquirirá un
tinte paródico, como el «Discurso de unos cuernos» refleja.
Sobre los aspectos religiosos en su poesía, la
información es mínima pues los especialistas casi no han abordado en él y solo
mencionan que: “sus poemas devotos, o bien son de corte popular y están
inspirados en la Contrarreforma (mediación de la Virgen y de los santos,
exaltación del sacramento de la Eucaristía) o bien, están escritos en moldes
petrarquistas y están inscritos en la reforma erasmiana”. En suma compuso
numerosos sonetos, alguno incluso en la variante del soneto del soneto.
·
«A un giboso
de delante»
·
«A una mujer
escuálida»
·
«Constanza»
·
«Dios nos
guarde»
·
«Doña
Valentina»
·
«El
estudiante»
·
«Hiere la
hermosa Elvira...»
·
«Entraron en
una danza...» («El baile»)
·
«Job»
·
«La capa»
·
«La nariz de
Clara»
·
«Los ojos de
Ana»
·
«Salir por
pies»
·
«Preso de
amores»
·
«Su modo de
vivir en la vejez»
·
«Una cena
jocosa»
·
«Yo acuerdo
revelaros un secreto».
·
«A Cristo»
·
«Al amor»
·
«Cercada
está mi alma de contrarios»
·
«Di, rapaz
mentiroso».
Otros
·
«Cena
jocosa»
·
«Diálogo
entre dos perrillos»
·
«Diálogo
entre un galán y el eco»
·
«Consejos a
una viuda».
No hay comentarios:
Publicar un comentario