Interesante
¿Se
puede perder la amistad por maltratar a un
libro?
Cuando
prestas un libro y no te lo devuelven hasta mucho, mucho, mucho tiempo después
Posiblemente
esta es la peor pesadilla de todo el mundo que ama sus libros por encima de
todas las cosas (o una de ellas, si seguís leyendo encontraréis mucho más
material para no dormir). La base de los préstamos (y lo mismo sucede con los
que tomas en la biblioteca) es que tienen fecha de caducidad. Se podría añadir,
sin embargo, la alegría desbordante que se siente cuando se recupera el libro
perdido.
Cuando
ese al que conocías como amigo pierde el libro que le has dejado
Puede
ser peor, además. Puede ser que el libro que amabas, que dejaste prestado con
total confianza, nunca vuelva a ti. Todo el mundo conoce a alguien que ha
vivido esta tragedia. Ese que tú creías que era una persona responsable ha
perdido tu libro. Al menos, esperamos que el ex-amigo tenga la valentía de
confesar su crimen.
O
cuando vas a recuperar tu libro a su casa… y no lo encuentra
Decidido
a recuperar el libro prestado y que permanece como rehén en casa de quien lo
tiene en préstamo, vas a intentar recuperarlo. Es un clásico. Aunque como nos
cuenta una lectora que prefiere permanecer en el anonimato es también material
para el dolor: está por aquí, te dicen, pero no lo
encuentro.
…
Y se lo ha dejado a otro amigo…
El
préstamo se basa en una relación de confianza. Y si le prestas ese libro que
amas a una persona es porque confías en que esa persona lo trate como se
merece. No has dado permiso para que se lo deje a ese amigo que tenía tantas
ganas de leerlo y que tú no sabes quién es (o cómo es con sus libros, que es lo
que realmente importa).
Cuando
lo rompe, lo destroza, lo maltrata
En
ese momento no solo dudas de la supervivencia de vuestra amistad, también
empiezas a considerar el crear un lobby para que incluyan este delito en el
código penal.
(y
añadimos que te lo devuelvan subrayado: boli, lápiz o subrayador fosforito,
todos están prohibidos)
Y
mucho peor cuando te dice que le gustan ¡¡los libros vividos!!
Claro
que cuando un antiguo amigo trae tu libro en un estado deplorable, no te quedas
tan campante. Suelen cruzarse unas cuantas acusaciones enfurecidas. El colmo de
la cualquier discusión es cuando el malvado que ha tenido en sus manos tu libro
defiende que el lomo combado y las pastas que han sufrido demuestran que el
libro ha vivido. Solo se le puede mirar con odio. ¿Ha olvidado que ese es tu
libro?
Cuando no
leen los libros que con tanto amor les has recomendado / prestado
Y te repites: no te
recomendará nada jamás de los jamases
O cuando
infravaloran/ridiculizan todos los libros que le recomiendas
Sientes
la necesidad de castigarlo copiando cien veces ‘todos los libros merecen el mismo
repeto’.
O
regalan los libros que tú le has regalado
Hay
una norma básica en el mundo de la amistad: esto no es como los regalos cutres
que te puede hacer (o hacían en el pasado) en el trabajo por Navidad. Aquí no
vale recurrir a eBay para venderlos. Tampoco vale darle salida cuando tienes
que hacer un regalo. Un libro no es una botella de vino de la cesta de Navidad.
Es algo elegido con cariño y de forma personal. Un libro regalado es sagrado. Y
tiene que quedarse en tu estantería. Por siempre.
Ese
amigo que siempre hace spoilers, siempre
¿Estás
leyendo XXX? Pues en el libro dos, Fulanito muere y Menganita se casa con su
hermano. O, incluso peor por más sibilino: ¿has llegado
a la página 78? No te creerás lo que pasa…
Y
cuando odia ese libro que tú amas
Hay
límites que no se pueden cruzar. O que crean para siempre resquemor entre los
amigos. En la redacción de Librópatas tenemos peleas en los callejones porque
hay quienes son de las Brontë y quienes de Jane Austen.
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